En la imagen, Ronald Bown (subdirector del Colegio Tabancura) y Francisco García – Huidobro (subdirector del Colegio Huinganal). 

La International Boys’ Schools Coalition (IBSC) es una confederación de 259 colegios presente en 18 países – en su mayoría anglosajones – reconocida por sus aportes al proceso de enseñanza – aprendizaje en la educación. Pero al mismo tiempo, es una de las asociaciones más importantes de colegios que imparten educación diferenciada, contando con investigadores de primer nivel que han realizado importantes estudios sobre esta modalidad educativa. Esto último también ha permitido estrechar vínculos entre colegios de distintos continentes.

Unido a lo anterior, la IBSC realizó su conferencia anual – esta vez en Dallas, Estados Unidos –  y uno de los temas abordados fue precisamente la educación diferenciada. En esta actividad, una de las novedades fue la participación de SEDUC, representado por el subdirector del Colegio Tabancura, Ronald Bown; y por el subdirector del Colegio Huinganal, Francisco García – Huidobro.

En la siguiente entrevista, Ronald Bown nos entrega más detalles de su experiencia en el congreso, qué conclusiones obtuvo sobre la vigencia de la educación diferenciada; y algunas ideas que se pueden aplicar para enriquecer esta modalidad educativa en los colegios.

“En la conferencia hubo invitados de primer nivel, entre ellos, el alcalde de Dallas, un científico de la NASA, un explorador premiado por la National Geographic y un columnista del New York Times, quienes realizaron grandes ponencias sobre educación. Asimismo, algunos profesores de colegios de educación diferenciada presentaron los resultados de sus interesantes investigaciones en el congreso”, introduce Ronald Bown.

¿Qué conclusiones sacaste de esta conferencia?

“Aunque en Chile son pocos los colegios con educación diferenciada, en el congreso me di cuenta que la educación diferenciada es una modalidad bastante transversal en todo el mundo, y con muy buenas experiencias educativas.

Desde un punto de vista científico, y también de la vida diaria, hay características y fortalezas más específicas en los hombres y en las mujeres, y frente a éstas uno puede tomar dos decisiones: educación mixta – lo cual también tiene sus ventajas – o aprovechar esas diferencias innatas para impartir educación diferenciada”.

¿Qué tipo de características y fortalezas específicas?

“Por ejemplo, ritmos de desarrollo y crecimiento físico distintos, o diferentes habilidades de comunicación verbal, como pensamiento lógico y razonamiento abstracto (…) Lo más importante es que cuando uno desarrolla mejor a los alumnos, finalmente los hace mejores personas, y por ende mejores servidores para la sociedad”.

¿Hubo alguna práctica de un colegio que te llamara la atención?

“Por ejemplo, un colegio de Australia realizó una actividad “outdoors” padre-hijo. ¿Por qué me gustó tanto? Porque en esa actividad, papá e hijo tenían el mismo nivel de protagonismo. Los papás no eran acompañantes, entonces acciones como cocinar, armar el campamento o conversar, eran siempre realizadas en conjunto. Esta actividad – que también se podría realizar en un colegio mixto –  en un colegio de educación diferenciada tiene mucho sentido, ya que permite que los alumnos tengan una relación cercana con su principal modelo, en este caso su papá.

Me gustó mucho también una actividad que presentó un colegio de Nueva York, en el que se ayudaba a los alumnos a conocerse más entre ellos, y también con sus profesores. Y eso me hizo mucho sentido porque a veces los alumnos comentan que, después de doce años en el colegio, recién se dieron cuenta de que con otros compañeros tenían los mismos intereses; o que otro compañero estaba pasando por una situación difícil y nunca lo supieron; o de un profesor que tenía los mismos gustos que uno. Entonces, hay muchas actividades de conocimiento personal y de los demás que se podrían aplicar en los colegios”.

¿Qué tan importante es, para el sistema educativo, la convivencia entre educación mixta y diferenciada?

“Todos coincidimos en que la libertad es un valor atractivo para todo el mundo. En ese sentido, el poder ofrecer a los papás dos tipos de educación siempre va a ser algo muy válido. Si en un país todos los colegios fueran de educación diferenciada, sería una pérdida para ese país, tal como si pasara lo mismo con los colegios mixtos”.

En un escenario donde la educación diferenciada es menos masiva a nivel escolar, ¿cuáles crees tú que son las razones de su éxito?

“Respecto a la educación diferenciada, los resultados de estos colegios en distintas partes del mundo son muy buenos, no sólo en lo académico, sino también en cómo los alumnos egresan del colegio: contentos y con una formación que valoran ellos mismos y las personas que los rodean. Muchos de ellos en un futuro vuelven al colegio postulando a sus hijos. Es decir, los mismos resultados te van diciendo que es una alternativa educativa válida”.

¿Cuál consideras que es el “valor agregado” de la educación diferenciada?

“Conversando con profesores de distintas partes del mundo, confirmé que los colegios de hombres tienen una mística muy especial – que hay que saber encauzar correctamente – donde los alumnos se identifican mucho con su colegio y con las actividades que se realizan. ¿Esto podría ocurrir en un colegio mixto? Evidentemente que sí, y habría que preguntarles a esos colegios por su experiencia particular. Pero yo podría decir, por ejemplo, que al haber solamente alumnos hombres en los colegios Tabancura, Cordillera o Huinganal, éstos tienen una mística muy especial, lo cual se valora mucho”.