Desde hace algunos años, nuestros colegios imparten la denominada educación positiva, que es uno de los pilares del programa PEIS. Para ello, una gran cantidad de profesores se han certificado en esta área, con el fin de aplicarla en el aula en directo beneficio de sus alumnos.
Pero, ¿qué es la educación positiva? Es una gran vía de formación, ya que desarrolla habilidades de vida en los niños y fomenta relaciones respetuosas entre ellos y los adultos. Uno de sus aspectos clave es la “amabilidad con firmeza”, es decir, trabajar el componente emotivo de la educación promoviendo el amor y el cariño, pero con límites establecidos previamente.
Entrevistamos a la Subdirectora del Preescolar Cantagallo, Gabriela Albornoz (GA), y al Coordinador Académico del Primer Ciclo del Colegio Cordillera, Alan Saavedra (AS), con quienes abordamos diversos temas de la educación positiva, por ejemplo cómo aplicarla tanto en el colegio como en la casa, y el rol que los papás desempeñan en este proceso tan crucial en la crianza de sus hijos.
¿Cuáles son las fortalezas de la educación positiva?
GA: “El cerebro responde mucho mejor frente a estímulos positivos que negativos, por lo mismo actúa mucho mejor en un ambiente más calmo. Así, el cerebro tiene todas las facultades para captar algo nuevo, y mejor aún si ese contenido entra de buena manera”.
AS: “Esto va muy de la mano con un cambio en el rol del profesor. Hoy en día el profesor es una persona que acompaña de manera muy empática el proceso de desarrollo del alumno, para así enseñarle a crecer. Las mejores decisiones son aquéllas mejores acompañadas. Así, el alumno va a poder expresar su mundo interior”.
¿Cómo se le puede decir que “no” a un niño más pequeño, sin que éste reaccione mal?
GA: “Siempre la verdad por delante: a un niño hay que decirle las cosas. Los niños no son tontos, son más inteligentes de lo que se cree. Decir que “sí” cuando es “no” es como mentirles. En vez de decir que no porque “no”, se puede dar un motivo detrás”.
AS: “Debemos ser capaces, al momento de ejercitar el amor y el respeto, de ver que eso va en crecimiento de otra persona. Entonces, muchas veces hay que decir que no, pero también fundamentar el porqué de ese no. Y en este sentido, es muy importante establecer las normas y los límites”.
¿Cómo pueden aplicar los papás la educación positiva en la casa?
GA: “Es clave la importancia del ejemplo y de esta calmado. Primero, autorregularse uno como adulto para conectar de manera positiva con el niño. En cuanto al preescolar, todas nuestras profesoras están capacitadas en el PEIS y tienen herramientas muy concretas de cómo ayudar a los papás”.
AS: “Primero, la comunicación: como padres debemos ser garantes de comunicación con nuestros hijos, sobre todo de la comunicación que vaya ligada al plano emocional. Muchas veces los niños sienten emociones que no saben explicar. Y segundo, saber que nosotros queremos lo mejor para nuestros hijos, y para eso es clave enseñar los límites”.
¿Qué valores adquieren los niños con la educación positiva, aplicables en la vida fuera del colegio?
GA: “El respeto, que es una habilidad a largo plazo, ya que nosotros promovemos habilidades para la vida. Pero cuando al niño lo tratan de una forma respetuosa (firme y amable) uno va imitando eso, ya que los niños conectan con las emociones de los adultos”.
AS: “Si bien hay habilidades que son muy importantes, como el pensamiento crítico y la resiliencia, el valor de la perseverancia debiese ser algo que hoy en día no se trabaje solamente en el colegio y la familia, sino que debiese estar inserto en la sociedad. Es el esfuerzo o la perseverancia lo que permite sacar lo mejor de uno”.